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Una mirada agridulce a la economía de Puerto Rico fue el resultado de un abarcador simposio celebrado esta semana en el Capitolio, con el auspicio de la Junta de Supervisión y Administración Financiera.
Expertos de Puerto Rico y Estados Unidos dieron sus impresiones sobre las proyecciones económicas para el archipiélago boricua, no solo a la luz de la situación del país, sino con las incertidumbres que acarrean las medidas que ha estado estableciendo la administración del presidente Donald Trump.
El director ejecutivo de la Junta, Robert F. Mujica, dio un saludo al principio del foro, mencionando que la economía local se ha beneficiado enormemente de ayudas federales que están llegando a su fin, por temas como el COVID-19 y los huracanes, causando un alza en el empleo, y reconociendo que a nivel de Estados Unidos el panorama ha cambiado dramáticamente en los últimos meses.
Entre los temas que interesaba a Mujica que se discutieran estaba qué sectores estaban más en riesgo, ver cómo se puede aumentar la participación formal en la fuerza laboral, que está por debajo del 50 %, y cuál será el impacto de situaciones nuevas, como la inteligencia artificial.
"Ojalá haya palabras que calmen a nuestros panelistas", sostuvo Mujica.
El primer panelista fue el doctor Ben Herzon, director ejecutivo del US Economists S&P Global Market Intelligence. Este explicó que las proyecciones de los mercados financieros han estado afectadas por las medidas de la administración Trump y que han causado una desaceleración en la economía, en parte por los aranceles ya impuestos, en parte por la incertidumbre que esto ha causado.
"No se ha visto una magnitud de alzas de aranceles en décadas", dijo Herzon durante la presentación, en la que se catalogó los aranceles de históricos.
Se espera un alza en el desempleo en Estados Unidos, que crea pesimismo en los comerciantes, que a su vez invertirán menos en áreas como el inventario.
Sobre el estado de la economía local, Herzon —participando mediante videoconferencia, que se vio afectada en los primeros minutos por problemas de sonido— dijo que hay aspectos optimistas y pesimistas, pero entiende que hay una mayor tendencia a la baja y, de esa forma, "es un escenario de recesión" que podría ser "moderada".
Luego le siguió Joelle Scally, asesora de política económica de la Reserva Federal del Banco de Nueva York. Esta reconoció que Puerto Rico ha comenzado a ver un crecimiento económico que ha llevado a un alza en el sector privado a niveles "históricamente altos", menos ejecuciones de hipotecas, un alza en el costo de las residencias, y "una estabilización en la población" porque hay "condiciones económicas fuertes".
Según los datos de Scally, la economía del país venía en una gradual decadencia desde el 2005, pero se desplomó en 2018 —luego del paso del huracán María— y sufrió otro golpe con la pandemia y los terremotos de 2020. Similares números a los de la economía se ven en la población —con 3.8 millones a principios del siglo XXI—, cayendo tras el 2017 y, en la actualidad, estabilizándose —e incluso un leve aumento— cercano a los 3.1 millones de habitantes.
Uno de los cambios que ha fomentado el alza en el sector privado es que el gobierno ya no genera tantos empleos como en el pasado, explicó Scally. Aunque aún son muchos los empleos del sector público, cerca del 20 %, que es una cifra mayor que en los Estados Unidos, la realidad es que en el pasado el gobierno generaba uno de cada tres empleos en Puerto Rico, o el 33 %.
Las alzas más significativas en la economía de Puerto Rico se ven en el área de turismo, salud, construcción y servicios a las empresas. El área donde se refleja un decrecimiento es en áreas laborales de información.
Áreas de preocupación señaladas por Scally son la gran cantidad de duda que existe en términos de préstamos estudiantiles —similar al de Estados Unidos, con deudas cercanas en ambos mercados a 25,000— y la gran cantidad de incumplimiento con las deudas de tarjeta de crédito.
Por su parte, Gustavo Rojas Matute, director adjunto de Moody’s Analytics, dijo que ha habido una estabilización en la economía de Puerto Rico y la proyección a futuro es que se mantenga en un territorio positivo "pero débil".
"Luego de una serie de desafortunados eventos, la economía está en un mejor estado", sostuvo.
Según Rojas Matute, en los pasados meses donde se ve alza es en el sector de construcción y el turismo, que se verá impulsado por eventos como los conciertos de Bad Bunny.
"El turismo está creciendo. Ustedes van a tener un buen año... al menos este año", dijo Rojas Matute.
Otros sectores no están creciendo, pero están estables, como ventas, educación y gobierno, lo que resumió con la frase en español: "Vaso medio lleno o vaso medio vacío".
Añadió que el desempleo se mantiene estable en el 6 %, lo que es bueno, a pesar de que los números eran mucho más altos en el pasado en Puerto Rico.
En el escenario más pesimista, según Rojas Matute, "vemos a Estados Unidos caer en recesión y Puerto Rico caerá en recesión".
En términos poblacionales, hay menos personas saliendo de Puerto Rico para buscar empleo en Estados Unidos, por lo que la situación económica está ayudando a la estabilización de la población. La proyección es que se mantenga por los próximos años en esa estabilización.
También, aunque pudiera afectarse por factores como los costos de la gasolina, se espera una leve mejoría en el Producto Ingreso Bruto de Puerto Rico.
Afirmó que se espera un crecimiento económico muy bajo, no llega al 1 %, y la razón es que la economía se nutre de fondos federales, cuyos efectos multiplicadores llegará "el momento... que pierdan efecto".
Otro dato relevante traído por Rojas Matute fue la inequidad de Puerto Rico, que es la más alta de todo Estados Unidos al compararse con los diversos estados y jurisdicciones. En el caso de los municipios individualmente, la ciudad de San Juan es la peor ciudad en términos de inequidad en todo Estados Unidos, superando lugares como San Francisco, California, y Port St. Lucie, en Florida. Otros pueblos puertorriqueños muy afectados por inequidad, en comparación con otras ciudades en Estados Unidos, son Mayagüez, Arecibo y Guayama.
También hay riesgos potenciales en áreas como pueblos costeros, como San Juan y Guayama, que aparecen entre las primeras 25 ciudades en todos Estados Unidos en riesgo por el cambio climático.
De otra parte, Sergio Marxuach, director de Política Pública del Centro para una Nueva Economía, comenzó recordando datos históricos sobre la economía local: como hubo un crecimiento luego de la Segunda Guerra Mundial, la apuesta fallida de las petroquímicas en el sur, y el inicio del endeudamiento público. Luego, en 2006, empleo, inversiones y población comenzaron a caer.
Sobre el futuro, hay unas amenazas en el horizonte, no solo los aranceles, sino los cambios internacionales y en derecho, según Marxuach.
El economista dijo que incluso hay profesores que se cuestionan si aún Estados Unidos se rige bajo "el imperio de la ley", porque hay incidentes de violación arbitraria de derechos, como en el caso de los incidentes actuales de inmigrantes encarcelados súbitamente, pero también la pérdida de contratos y empleos sin mesada adecuada.
Con el nuevo presupuesto congresional, dijo Marxuach, hay "múltiples" y numerosos riesgos como la reducción para programas como Head Start, ayudas de FEMA, programas de energía verde, incentivos relacionados al clima, programas de desarrollo rural, entre otros. Añadió que hay posibilidad de que desde la administración Trump hayan calificado de inconstitucional la ley federal que protege las asignaciones presupuestarias del Congreso, de que unilateralmente el Congreso.
Sobre Puerto Rico, Marxuach recordó que en la pasada década ha aumentado la dependencia de fondos federales, de 6.8 billones en 2016, un 23 %, a $15.35 billones en 2025, o 46 %.
Según Marxuach, la economía global que imperó para la mayoría de los países del mundo en los pasados 80 años ha cambiado, y el mundo está "en una nueva era". Aludió a los cambios impuestos por Estados Unidos, en particular en el tema de los aranceles a asuntos tan variados como autos, hierro, asuntos migratorios, ciertos fármacos y hasta ropa. Dio como ejemplo una factura verdadera de camisetas de China, a las que se les colocaron aranceles de 185 %.
"No sé qué pasó con este cargamento, probablemente yo lo hubiera dejado en el muelle", comentó.
Estos aranceles afectan a Puerto Rico directamente en un encarecimiento de las exportaciones, principalmente en áreas como comida, ropa, calzado, construcción y "hasta juguetes", dijo Marxuach.
"Puerto Rico se benefició mucho de la apertura de la economía mundial luego de 1945", comentó.
Por su parte, el profesor de economía de la Universidad de Puerto Rico (UPR), José Caraballo Cueto, también dio una mirada histórica a lo ocurrido en Puerto Rico: hubo un gran crecimiento el siglo pasado por incentivos industriales, pero en 2006 acabó el periodo de transición a los incentivos federales conocidos como 936 y la economía comenzó a caer.
Al mirar los subsidios estadounidenses entre 2014 a 2023, se observa un enorme incremento asociado a la recuperación del huracán María; se observa en la "burbuja" actual una estabilización en la población, el autoempleo ha comenzado a subir.
Asimismo, dijo que se han visto alzas de inflación en diversos renglones, como por ejemplo de 5.4 % en comida, 2.7 % en vivienda, y cuidado médico de 3.3 %. Hay mermas inflacionarias en transportación, de 5 %, y ropa, en 1.8 %.
Ha habido reducciones en los niveles de pobreza, pero se entiende que se deben a nuevas ayudas como el incentivo contributivo para niños, dijo.
Asimismo, mencionó que los estimados de la Junta de Supervisión son que habrá un crecimiento negativo en la economía.
Caraballo Cueto también usó su presentación para proponer alternativas económicas para el futuro, como buscar nichos de agricultura, incentivar el turismo fuera del área metropolitana, amplias reformas que incluyan reducir incentivos contributivos y subsidios en la energía, y buscar que haya un crecimiento balanceado, o sea, que no dependa de un solo sector, como ocurrió anteriormente con la manufactura.
"En el pasado el crecimiento estuvo basado en un solo sector, se dejó al lado la agricultura... Me acuerdo todavía cuando estudiaba en la UPR hace 20 años que se hablaba de otras (secciones federales para manufactura)... debemos mirar otras opciones y no poner todos los huevos en una sola canasta", expresó Caraballo Cueto.
Asimismo, Caraballo Cueto abogó por más inversión en la Universidad de Puerto Rico, porque, aunque el 80 % de las patentes de Puerto Rico salen de ese sistema universitario, ha habido muchísima austeridad, que ha dificultado la contratación de catedráticos de renombre.
También dijo que se debe buscar incentivar sacar a sectores de la sociedad de la economía informal, se deben mejorar las estadísticas del país y reconsiderar medidas contributivas específicas como el alto impuesto al consumo, o IVU, que hay en Puerto Rico, quizá usando los nuevos impuestos que hay en sectores como las ventas por internet.
"Debemos comenzar a pensar fuera de la caja", agregó.
El último panelista fue el economista José Joaquín Villamil, quien se enfocó en áreas como el alto costo de la vivienda y cómo reduce las posibilidades de los ciudadanos de adquirir casa, y se trata de un problema social clave.
"Esto es un asunto significativo", sostuvo.
Asimismo, señaló que los consumidores tienen un estatus financiero frágil.
También lamentó la dependencia de Estados Unidos: el 46 % del presupuesto del gobierno proviene de financiamiento federal, vaticinó que habrá "efectos materiales" con los recortes federales que se avecinan, y el 60 % de las importaciones que llegan a la isla provienen de Estados Unidos. Varios de los países más afectados por los aranceles, como México y Canadá, son importantes importadores para la isla, por lo que se espera que los aranceles impacten la inflación.
El economista también exhortó a mirar el ecosistema creado por los incentivos de la Ley 60, porque la mayoría de las personas beneficiadas por estos incentivos apenas han creado un máximo de cinco empleos, y eso es contrario a lo que motivó la aprobación de esas herramientas contributivas. Tampoco han beneficiado a numerosas partes de la isla.
Al resumir sus proyecciones económicas, Villamil entiende que hay oportunidades, pero lo que se espera es que continúen situaciones como la migración, la inaccesibilidad de la vivienda y la debilidad financiera.
"Habrá un crecimiento económico lento, si alguno, con continuas deficiencias de infraestructura física y social", vaticinó Villamil.
Exhortó a buscar un mejor uso de los recursos, enfocándose en un desarrollo transformador. "Si habláramos de la economía en términos médicos, diríamos que necesita cirugía radical más que cuidado paliativo. Y eso es lo que se ha estado suministrando", mencionó.
Las declaraciones fueron parte de un amplio simposio sobre las proyecciones económicas para el futuro de Puerto Rico, organizado por la Junta de Supervisión y Administración Financiera.
Durante la actividad, celebrada en el salón protocolar ubicado en la Antigua Escuela de Medicina Tropical y actualmente parte de las dependencias del Capitolio, programada originalmente entre las 10:30 a. m. y 12:30 a. m., desde al menos la semana pasada el evento estaba lleno a capacidad, aunque se transmitió a través de diversas redes sociales.
El evento aspiraba a fomentar transparencia y un proceso público de proyecciones macroeconómicas.
Los representantes Eddie Charbonier, presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes, y la portavoz de la minoría en esa comisión, Gretchen Hau, asistieron al evento, al igual que compareció personalmente uno de los miembros de la Junta de Supervisión, Cameron McKenzie.